Rehabilitación con prótesis fija

Es el tratamiento dirigido a restituir dientes ausentes mediante aparatología fija, unida permanentemente a algún/os dientes que quedan en boca. Para ello se usan coronas o puentes de metal-porcelana o totalmente cerámicos.

–   Coronas (fundas): Se usan para proteger el diente de desgastes y fracturas, o bien por estética. Usados frecuentemente tras el tratamiento endodóntico.

–     Puentes: Se usan para reemplazar uno o más dientes que han sido perdidos.  El puente se compone de póntico (diente sustituido) y de pilares (dientes que sirven de anclaje).

En ambos casos es necesario tallar (desgastar) 1-1,5mm la superficie de los dientes a tratar. Tras el tallado de las piezas se procede a la toma de registros (moldes), la determinación de la oclusión (mordida), la elección del color de la prótesis, etc. Toda esta información se enviará al laboratorio dental para que fabrique la prótesis, que, tras una serie de pruebas será colocada por el odontólogo.

Las coronas o puentes son fijados al diente mediante un cemento especialmente diseñado para tal fin. Esto hará que la prótesis no pueda ser retirada más que por el especialista.

En cuanto al material de fabricación existen varios tipos:

–     Totalmente cerámicas.

–     De metal-porcelana convencional: compuestas por una estructura interna metálica (de color gris) y un recubrimiento   externo de porcelana.

En portadores de este tipo de prótesis, con el tiempo puede aparecer una línea gris en el cuello del diente correspondiente al margen metálico de la corona.

–    De zirconio-porcelana: presentan la estructura interna de color blanco, lo que les proporciona ventaja estética a largo plazo frente a las convencionales. protesis-fija